Después de una paradita para el desayuno,
nos calamos nuestros impermeables y
gorros para continuar nuestra ruta hasta llegar al Monte do Gozo, esperando ver desde allí las torres de la Catedral pero desgraciadamente la niebla nos lo impidió.
Así que sin perder un minuto más reiniciamos nuestra marcha.
Con el tiempo un poco pegadillo al culo, llegamos por fin a Santiago.
¿Dónde estamos? |
Todavía tardaríamos media hora en llegar a la plaza del Obradoiro, y corriendo, corriendo subimos a oir la Misa del Peregrino que se celebraba a las 12'00.
Como cualquier peregrino que se precie, fuimos a recibir nuestra acreditación que se nos concedió por haber recorrido a pie 110 km.