Tercera etapa conseguida.
Hemos salido a las 7'00 hacia nuestro siguiente destino. La mañana se presentaba fresca siendo fácil el caminar.
Hemos pasado por lugares muy bonitos, con caminos protegidos por frondosos bosques y abundante vegetación.
Con el paso de los días las caras de nuestros compañeros de viaje nos van resultando familiares y sabemos saludar en diferentes idiomas (por señas, con giro de cabeza). No se saluda igual en las primeras horas que en las últimas "buen camino".
La primera parada nos ha recibido con un toque andaluz, por extraño que parezca, pues se escuchaban guitarras en vez de gaitas, y sevillanas en lugar de muñeiras. No dejaba de estar muy animado el local.
Tras cafe y almuerzo, hemos emprendido la marcha, ya estabamos cerca de Melide, pueblo que hemos tenido que atravesar, venciendo la tentación de curiosear en los puestos de un mercadillo, pero somos peregrinas.
En un claro del bosque, al atravesar un arroyo nos hemos visto sorprendidas por un grupo de muchachos que tocaban el "hang" y la "darbuka", con los que hemos compartido música y té.
Tras un rato de descanso y ya de un tirón hemos reiniciado la marcha hasta llegar a Arzúa , tras padecer de 28 Km. de cuestas y bajadas que nos hacen caminar ahora como "las muñecas de Famosa".
Nuestra recompensa ha consistido en meternos entre pecho y espalda unos churrascos y unos tazones de un Ribeiro tinto que nos ha sentado divinamente.
Tras la siesta, visitar el pueblo y cónclave de peregrinas para mandaros la crónica diaria.
Y como estamos muy cansadas os dejamos con las fotos del día (si es que nos deja subirlas).